Jordan Buchanan está aterrorizada de que su
hermano y su mejor amiga se hayan dejado echar el lazo.
Sin duda la
boda va a ser uno de los acontecimientos de la temporada –lo que es
normal, puesto que el matrimonio entre Dylan Buchanan y Kate MacKenna no
es algo que pase todos los días y representa la unión entre dos
importantes dinastías.
La ceremonia y posterior recepción parecen ir sin
ningún problema hasta que un molesto personaje entra en escena
aduciendo ser un invitado de los MacKenna.
Ese desaliñado y excéntrico
profesor de Historia Medieval advierte que existe una antigua enemistad
entre ambas familias que se originó en Escocia y en las que los Buchanam
robaron un tesoro de los MacKenna.
Jordan siempre ha sido una mujer cauta que ha usado la inteligencia y la
razón para convertirse en una exitosa mujer de negocios.
Así que se
queda intrigada, aunque excéptica, cuando el profesor afirma que esa
enemistad se mantiene viva por las graves injusticias que los Buchanans
han perpetrado durante siglos.
Pero cuando Noah Clayborne, un íntimo
amigo de la familia y un hombre que nunca se ha permitido mantener una
estrecha relación con ninguna mujer, la acusa de estar atrapada en su
cómoda vida y no arriesgarse nunca por nada, se determina a demostrarle
que eso no es verdad y se embarca en una aventura hacia el pequeño y
polvoriento pueblo tejano de Serenity para estudiar ella misma qué
tienen de verdad las investigaciones de ese profesor.
Pero nunca se imaginó que estar en una pequeña comunidad donde todo el
mundo parece conocerse pudiera poner su vida en peligro o la llevara
directamente a una relación apasionadamente inesperada.